El Espacio Iberdrola Music vuelve a ser el epicentro del conflicto en Getafe Norte, con la organización de un nuevo evento que ha generado controversia entre residentes y autoridades locales. Esta vez, el festival Reggaeton Beach es el foco de las críticas, mientras se mantiene un despliegue policial significativo a pesar de que se espera una asistencia menor que la del evento Mad Cool celebrado recientemente.
El Ayuntamiento de Getafe ha expresado su desacuerdo tras otra decisión de la Delegación de Gobierno. Durante una reunión, votaron en contra del dispositivo de seguridad que afecta a más de 20,000 vecinos, restringiendo el tránsito en accesos clave como la M-45. La medida ha sido calificada por el Gobierno Municipal como «incomprensible e injustificada», y han señalado la falta de acción por parte de otras autoridades, incluida la Comunidad de Madrid.
La polémica se incrementa con la imposición de estas restricciones, que se repetirán los días 19 y 20 de julio. A diferencia de lo ocurrido con Mad Cool, se critica que no se promueva el uso del transporte público, especialmente cuando existen conexiones adecuadas de Metrosur y Cercanías que enlazan con Madrid, y los conciertos terminarán antes del cierre de estos servicios.
Getafe ha decidido no colaborar con el dispositivo al negarse a proporcionar lanzaderas, ni a facilitar el acceso de taxis y VTC, argumentando que la medida perjudica injustamente a los residentes. A pesar de esto, experiencias anteriores como las de Mad Cool evidencian que las restricciones no impidieron que varios asistentes se aventuraran por la M-45, una situación que llevó a la imposición de multas y generó riesgos adicionales.
El consistorio local ha declarado que notificará nuevamente a los organizadores del festival sobre los costos de seguridad y limpieza que se generan y que deben ser cubiertos por las empresas responsables. En el caso de Mad Cool, estos gastos se estimaron en 50,000 euros, suma que aún no ha sido reembolsada ni respondida por las entidades implicadas. La falta de diálogo y cooperación entre las partes sigue siendo un punto álgido en este problema en curso que afecta la vida diaria de los vecinos de Getafe.