Las personas que alcanzan o superan los 100 años no solo logran una vida longeva, sino que también presentan un menor número de enfermedades neurodegenerativas en comparación con personas de menor edad, según recientes estudios. Esta tendencia sugiere que la longevidad extrema podría estar asociada con una predisposición genética o factores de estilo de vida que protegen contra el deterioro neurológico.
Leer noticia completa en El Mundo.