Calatañazor, un pintoresco pueblo medieval en la provincia de Soria, ofrece a los visitantes un viaje en el tiempo con sus calles empedradas y casas de piedra y adobe. Con tan solo 45 habitantes en invierno, el encanto de este lugar radica en su historia y sus leyendas, siendo testigo de ocupaciones celtas, visigodas y musulmanas. La villa, situada en la cima de una colina, proporciona vistas panorámicas y una sensación de fortificación natural, enriquecida por su castillo en ruinas y la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Calatañazor no solo destaca por su patrimonio cultural e histórico, sino también por su impresionante entorno natural, con el cercano Sabinar de Calatañazor como uno de sus atractivos más notables.
El origen de Calatañazor se remonta a la antigua ciudad arévaca de Voluce, habitada desde el siglo III a.C. y posteriormente trasladada al actual emplazamiento. La historia del pueblo está marcada por la legendaria batalla de 1002, donde se dice que el general musulmán Almanzor fue derrotado, simbolizado por la frase «en Calatañazor perdió Almanzor su tambor». Además de sus curiosos eventos históricos, Calatañazor alberga lugares de interés como la ermita románica de La Soledad, la Iglesia de Santa María del Castillo con elementos románicos y góticos, y el prominente castillo que domina el Valle de la Sangre. En resumen, esta joya medieval de Soria combina historia, leyendas y un entorno natural impresionante, ideal para una escapada cultural y tranquila.
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