En el corazón de Barcelona, Pepita Bernat se erige como un símbolo de longevidad y vitalidad en medio del ritmo acelerado de la vida moderna. A punto de cumplir 106 años, esta mujer convierte su historia en una lección viva sobre el cuidado personal y la resiliencia. Pepita, con una presencia llena de energía y alegría, compartió su secreto de longevidad con el doctor Manuel de la Peña, en una entrevista que desvela la combinación mágica de factores que contribuyen a su prolongada vida.
España es reconocida mundialmente por la longevidad de su población, y el doctor de la Peña, experto en la materia, destaca elementos esenciales como la dieta mediterránea, el uso del aceite de oliva, un sistema de salud sólido y tratamientos innovadores. En su conversación con Pepita, quien aún conserva sus plenas facultades mentales y una memoria prodigiosa, se subraya la importancia de una dieta equilibrada y el baile, su pasatiempo predilecto. Cada domingo, se le puede ver en La Paloma, entregándose a la música y demostrando que el baile es, para ella, un elixir de vida.
A pesar de su contextura delgada y de lidiar con la hipertensión, Pepita vigila su salud con medicamentos y una alimentación controlada, sin privarse de placeres ocasionales como un chocolate con churros. Su vida está marcada por el emprendimiento y la superación de adversidades, habiendo gestionado un restaurante, una carnicería y una peluquería, y habiendo vivido de cerca las dos Guerras Mundiales y la Guerra Civil española.
Su vida personal también ha sido un desafío. La relación tumultuosa con su marido, que resultó en cuatro separaciones, ilustra las restricciones sociales que enfrentaron muchas mujeres de su generación. Sin embargo, su espíritu indomable resuena con quienes escuchan su relato de vida, recientemente popularizado en redes sociales gracias a un video viral que comparte sus consejos para mantenerse joven. El fenómeno ha superado un millón y medio de visitas en tan solo tres días.
El doctor de la Peña enfatiza que España, con la mayor esperanza de vida en Europa, afronta una «bomba demográfica» que necesita un abordaje proactivo del envejecimiento. Él subraya que la edad debe ser vista como una oportunidad para una vida más plena y saludable.
En esta búsqueda de longevidad, Pepita ha cumplido exitosamente un exigente test que evalúa cómo vivir saludablemente hasta edades avanzadas. Esta herramienta, diseñada para que las personas comprendan mejor su esperanza de vida, incita a adoptar hábitos que fomenten un envejecimiento activo y feliz.
Pepita Bernat, en la antesala de sus 106 años, se convierte así en un faro de esperanza y en un recordatorio del poder de un espíritu indomable, iluminando el camino hacia una vida longeva y significativa.