El embajador de Estados Unidos en Turquía, Thomas Barrack, ha provocado controversia con sus comentarios sobre la realidad de Oriente Próximo, afirmando que la región no tiene una verdadera estructura de estados soberanos, sino que está compuesta por tribus y aldeas. En una reciente intervención, Barrack hizo referencia al Acuerdo de Sykes-Picot de 1916, que trazó las fronteras del actual Oriente Próximo, indicando que este arreglo, promovido por potencias coloniales, es inconsistente con la compleja identidad cultural y social de la región. Según él, la percepción de un Oriente Próximo funcional y cohesivo es una «ilusión», destacando que las relaciones sociales comienzan desde la familia y la comunidad, antes de llegar a la noción de nación.
Barrack, quien ha estado bajo el escrutinio recientemente por sus declaraciones polémicas, también abordó la escasa probabilidad de lograr la paz en la región, atribuyendo el conflicto a la lucha por la hegemonía en lugar de a cuestiones territoriales. Su papel como representante de EEUU en Siria incluye esfuerzos para mediar entre Israel y Siria tras el derrocamiento del régimen de Bashar al Assad en 2024. A pesar de su influencia en las conversaciones políticas, su enfoque ha generado reacciones, como el incidente en el que se dirigió a los periodistas de forma despectiva durante una rueda de prensa en Beirut, lo que provocó su disculpa pública.
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