En medio de la escalada de tensiones en la región, las fuerzas aéreas llevaron a cabo un ataque sobre una zona subterránea de un hospital, donde se creía que se escondía Mohamed Sinwar, hermano del autor intelectual del ataque ocurrido el 7 de octubre. Aunque las autoridades han confirmado que el bombardeo se ejecutó con precisión, hasta el momento no se ha podido verificar si Sinwar se encontraba entre las víctimas. La operación es parte de un esfuerzo más amplio para desmantelar las redes extremistas que operan en la zona, tras semanas de intensos enfrentamientos.
El ataque ha suscitado preocupación a nivel internacional, especialmente por el riesgo que representa para civiles en un entorno tan delicado como un hospital. Las organizaciones humanitarias han instado a las partes involucradas a evitar acciones que pongan en peligro la vida de personas inocentes y han enviado equipos para evaluar y asistir a los afectados. Mientras se espera confirmación sobre la suerte de Sinwar, la situación sigue siendo tensa y volátil, con el potencial de desatar una respuesta significativa si la operación no logra sus objetivos previstos.
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