La creciente incidencia de la diabetes tipo 2 en la población mayor de 80 años ha encendido alarmas en el ámbito de la salud pública, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes. El doctor Gabriel Inclán, al frente del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Bizkaia, subraya que esta enfermedad, que afecta a más de 500 millones de personas a nivel mundial, se ha convertido en un reto de salud crítico. «La diabetes tipo 2 aumenta considerablemente con la edad, y se estima que más del 35% de las personas mayores de 80-85 años la tendrán», alerta Inclán.
En España, las cifras son igualmente preocupantes, con un 14,8% de la población afectada, y en Euskadi, ese número se sitúa en el 10,6%, de acuerdo con datos de autoridades sanitarias. Las proyecciones a futuro son aún más alarmantes: se espera que para 2050 la cifra de personas viviendo con diabetes alcance los 1.300 millones a nivel mundial.
La falta de síntomas obvios en etapas tempranas convierte a la diabetes en un «enemigo silencioso», como lo denomina el doctor Inclán, quien destaca la importancia de un diagnóstico precoz. Actualmente, se estima que muchos casos de diabetes tipo 2 no son detectados hasta que surgen complicaciones graves.
La obesidad emerge como uno de los principales factores de riesgo asociados con el aumento de la diabetes. Cambiar hacia un estilo de vida que incorpore hábitos saludables, como una dieta equilibrada y actividad física regular, se presenta como una estrategia fundamental para combatir esta tendencia.
No solo la salud física se ve afectada por la diabetes; también hay implicaciones cognitivas severas. La enfermedad puede dañar los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de demencia vascular, además de elevar la posibilidad de desarrollar enfermedades periodontales, según advierte el doctor Inclán.
Los factores genéticos también juegan un papel crucial en la predisposición a desarrollar diabetes. El riesgo es significativamente mayor para los hijos de padres diabéticos, señalando la importancia de la vigilancia médica continua en estas familias.
Con todos estos desafíos, es vital desmitificar y corregir los conceptos erróneos que rodean la diabetes, aunque se insiste en que cada caso debe ser evaluado de manera individual por un especialista. La correcta orientación médica asegura un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, esenciales para mantener una buena calidad de vida.