Ingerir objetos extraños es una problemática frecuente, especialmente entre los niños, que conlleva riesgos significativos para la salud. El doctor Laín Ibáñez, un radiólogo entrevistado por el programa Espejo Público, compartió anécdotas impactantes de su experiencia médica, como el caso de una paciente que había ingerido una espina de pescado. Aunque inicialmente no se detectó el objeto, años después apareció en la superficie cutánea tras un recorrido sorprendente que perforó el intestino y alcanzó casi la piel. Este tipo de situaciones no siempre resultan evidentes de inmediato, pero pueden derivar en complicaciones serias que requieren atención médica especializada.
Por otro lado, la presentadora Susanna Griso compartió su propia experiencia personal al haber sufrido un incidente similar durante su infancia. Jugando, experimentó un dolor agudo en su rodilla izquierda que persistió, a pesar del reposo recomendado. Al intensificarse la molestia, los médicos descubrieron que tenía una aguja incrustada en la rótula, lo que causaba un dolor extremo al mover la articulación. Finalmente, Griso se sometió a una operación de cinco horas para extraer el objeto. Estos casos resaltan la importancia de la vigilancia constante y la búsqueda de atención médica oportuna cuando se sospecha la presencia de un objeto extraño en el cuerpo.
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