La Federación Española de Fútbol se encuentra en el centro de la polémica tras no haber tomado medidas de oficio ante la denuncia presentada por el Espanyol. La denuncia se refiere a supuestos comportamientos inapropiados que involucran tocamientos, implicando a miembros del cuerpo técnico de un equipo rival durante un reciente partido de la Liga F. A pesar de la gravedad de las acusaciones, la federación ha optado por no intervenir en este asunto, lo que ha suscitado críticas sobre su manejo de situaciones que pueden afectar la integridad de las competiciones y la protección de las jugadoras.
Por otro lado, la Liga F y la seleccionadora nacional han restado importancia a los incidentes, adoptando una postura que ha generado divisiones en el entorno del fútbol femenino español. Esta actitud contrasta fuertemente con las demandas de acciones concretas de parte del club afectado, que insiste en la necesidad de intervenir para garantizar un entorno seguro y profesional para las deportistas. La situación ha generado un debate sobre la efectividad de los organismos deportivos para abordar casos de comportamiento indebido, así como sobre los protocolos existentes para lidiar con denuncias de esta índole.
Leer noticia completa en El Mundo.