El presidente de Castilla-La Mancha ha revelado cómo fue incluido en las listas de ETA meses después del brutal asesinato de Miguel Ángel Blanco, como parte de la estrategia de «socialización del sufrimiento» diseñada por el brazo político de la organización criminal. Según el mandatario, su imagen apareció en un inquietante vídeo en el que se identificaba con una diana, y además recibió un mensaje anónimo en su buzón que le instaba a abandonar su cargo. Estas experiencias, compartió, lo marcaron profundamente y subrayan el peligro constante que enfrentaron muchas figuras públicas durante los años más convulsos de la actividad de la banda terrorista.
En un análisis de la actual situación política, el presidente abogó firmemente por un pacto entre el PSOE y el PP, argumentando que esta unión es esencial para frenar el avance de los extremismos y evitar que lleguen al poder. Criticó duramente el estado actual de la política como un espectáculo de entretenimiento, describiéndolo como un «Gran Hermano Dúo», donde las verdaderas necesidades y preocupaciones de la ciudadanía quedan relegadas a un segundo plano frente a la guerra de titulares y la búsqueda de popularidad mediática. En su opinión, el camino para recuperar el enfoque en la gestión responsable y centrada en las propuestas radica en la cooperación y no en la confrontación perpetua.
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