El Consejo Nacional de Morena enfrenta una creciente crisis interna, impulsada por tensiones y escándalos que comprometen su imagen pública. Alfonso Durazo, presidente del Consejo, advirtió sobre los costos políticos de las pugnas internas, pero sus llamados a la unidad y austeridad parecen haber sido ignorados. Temas de ostentación y abuso de poder, protagonizados por figuras influyentes como los diputados Diana Karina Barreras y Sergio Gutiérrez Luna, han generado críticas tanto dentro como fuera del partido. Las acciones de estos políticos han puesto en entredicho el compromiso del partido con la austeridad y la transparencia, despertando indignación y descrédito.
Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, se esfuerza por mantener la estabilidad gubernamental en medio de desafíos internacionales, como el rechazo a la intervención de Estados Unidos. Sin embargo, la falta de cohesión dentro de Morena amenaza con socavar su liderazgo. Aunque la economía muestra signos de resiliencia, los escándalos internos distraen y desgastan al movimiento obradorista. Las disputas por el comportamiento ostentoso de algunos de sus miembros reflejan un desorden que desafía el legado de austeridad prometido, dejando al partido en un estado de vulnerabilidad política y organizativa.
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