Desde su participación en los Juegos de París, el tenista ha acumulado una serie de derrotas que generan interrogantes sobre su regularidad y rendimiento de cara a Roland Garros, uno de los torneos más prestigiosos del circuito. La preocupación principal radica en su capacidad para mantener un nivel de juego consistente durante toda la temporada de tierra batida, especialmente en un entorno competitivo y exigente como el del Grand Slam francés. A medida que se acercan las fechas del torneo, el deportista se enfrenta a la presión de demostrar que puede superar estos baches y recuperar su forma habitual para competir al más alto nivel.
Expertos y exjugadores del tenis, como Mats Wilander y Tim Henman, han comenzado a analizar en profundidad el momento que atraviesa el tenista. Wilander, comentando sobre su técnica y estrategia, sugiere que podría beneficiarse de ajustes en su enfoque y preparación mental. Por otro lado, Henman subraya la importancia de una preparación física óptima, considerando el desgaste que conlleva jugar en tierra batida. Ambos coinciden en que, aunque la situación actual es complicada, el tenista tiene el talento necesario para sobreponerse y volver a encaminar su carrera hacia el éxito en Roland Garros, siempre y cuando logre ajustar ciertos aspectos de su juego.
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