El miércoles, las calles de la ciudad todavía presentaban numerosos puntos críticos de basura a pesar de las declaraciones del alcalde, quien había garantizado que la limpieza estaría completada para esa fecha. Las imágenes de residuos acumulados fueron una evidencia clara de la persistente crisis de limpieza que ha generado descontento entre los residentes. Las autoridades locales, enfrentándose a crecientes críticas, aseguraron que se están tomando medidas para resolver la situación rápidamente y minimizar el impacto en la vida diaria de los ciudadanos.
Las promesas del alcalde no evitaron el surgimiento de quejas en redes sociales y medios de comunicación, donde los ciudadanos expresaron su frustración ante lo que consideran un problema de gestión e ineficiencia municipal. Mientras tanto, los servicios de limpieza continúan sus esfuerzos para abordar los residuos restantes, priorizando las áreas más afectadas. La situación ha impulsado debates sobre la planificación y la capacidad de respuesta del gobierno local ante emergencias de servicios esenciales, dejando entrever posibles cambios en enfoques futuros.
Leer noticia completa en El Mundo.