En un paso decisivo hacia la autonomía del consumidor, el estado de Washington ha promulgado dos leyes que garantizan el derecho a reparar dispositivos electrónicos, electrodomésticos y sillas de ruedas. El gobernador Bob Ferguson firmó esta legislación, estableciendo un precedente importante para otros estados. Esta medida es vista como una victoria significativa para los activistas que han trabajado incansablemente para asegurar que los propietarios tengan acceso a las herramientas, piezas y la información necesarias para realizar reparaciones.
La iniciativa legislativa ha recibido un respaldo considerable de diversas organizaciones de defensa del consumidor y grupos ecologistas. Además, gigantes tecnológicos como Google y Microsoft han apoyado esta causa, destacando la importancia de facilitar el acceso a reparaciones. Entre los defensores más fervientes se encuentran representantes de Disability Rights Washington y el Here and Now Project, quienes subrayaron la importancia de incluir las sillas de ruedas en esta normativa.
El movimiento por el derecho a reparar no se limita a Washington. A nivel nacional, el secretario del Ejército de Estados Unidos, Dan Driscoll, ha instado a incluir cláusulas de este derecho en sus contratos de compras. Esta propuesta busca superar las restricciones de propiedad intelectual que obstaculizan el mantenimiento de equipos críticos, lo que es crucial para garantizar la operatividad de los recursos militares.
Históricamente, la estandarización de herramientas ha sido esencial para evitar problemas en el suministro militar desde los tiempos de Abraham Lincoln. No obstante, el Departamento de Defensa ha pasado por alto esta lección, resultando en gastos millonarios en sistemas que requieren servicios externos costosos para su mantenimiento.
Washington se convierte en el octavo estado en adoptar oficialmente estas leyes, consolidando un movimiento que cobra fuerza en todo el país. Los defensores del derecho a reparar argumentan que esto es vital para mantener la funcionalidad de diversos dispositivos, ya sea para un agricultor con un tractor, un propietario con una lavadora o un médico reparando un ventilador en emergencias. Este avance es visto como un paso crucial hacia una mayor autonomía del consumidor en la gestión de sus productos.