

El Defensor del Profesor, servicio del sindicato ANPE, ha presentado su informe anual del curso 2024-2025, revelando un panorama desalentador para el profesorado español. Conmemorando su vigésimo aniversario, el servicio ha atendido a un total de 46.321 docentes a lo largo de su existencia, y este último curso no ha sido la excepción, registrando 2.004 nuevos casos.
Los datos indican una creciente cronificación del malestar emocional entre los docentes, exacerbado por múltiples factores como la sobrecarga burocrática, la incertidumbre laboral y la falta de recursos. La coordinadora del Defensor del Profesor, Teresa Hernández, destaca que el impacto psicológico es cada vez más profundo, con un 71,3% de los docentes atendidos este año sufriendo de ansiedad, un ligero aumento respecto al curso anterior. Además, un significativo 17,3% ha requerido bajas médicas y un 11,7% ha enfrentado episodios de depresión.
El informe de ANPE también alerta sobre el aumento de la conflictividad en las aulas. Los conflictos con el alumnado representan el 42,6% de los casos atendidos, mientras que los problemas con las familias constituyen el 34,4%. Se ha registrado un incremento en las faltas de respeto de padres hacia los profesores y presiones indebidas para alterar calificaciones, situaciones que afectan profundamente el entorno laboral educativo.
Sonia García, vicepresidenta nacional de ANPE, critica la persistente sobrecarga burocrática a la que está sometido el profesorado, agravada por las exigencias administrativas y la escasez de personal. Señala que estos factores no solo desmotivan sino que también deterioran la salud mental de los docentes, quienes enfrentan ratios elevadas y un sistema que no ofrece el apoyo necesario.
Ante este escenario, ANPE hace un llamado urgente a las administraciones para implementar medidas efectivas. Entre sus reclamos destacan el refuerzo de las plantillas, la reducción de cargas burocráticas y la mejora de las condiciones laborales para asegurar una verdadera estabilidad y calidad educativa. García subraya que solo a través de una mayor inversión pública y el reconocimiento de las afecciones mentales como enfermedades profesionales se podrá mitigar este problema creciente.
La crisis en el sistema educativo español sigue afectando tanto al personal docente como a la calidad de la educación impartida, según los datos presentados por el Defensor del Profesor, un reflejo vívido de las dificultades que atraviesan los educadores en su misión pedagógica.
Nota de prensa de ANPE.
