El Dalai Lama ha anunciado que habrá un sucesor después de su muerte, poniendo fin a las especulaciones sobre la continuidad del liderazgo espiritual del budismo tibetano. En un comunicado emitido este miércoles, el líder religioso de 87 años indicó que la organización sin fines de lucro que él mismo creó será la única con autoridad para reconocer a su futura «reencarnación». Esta decisión busca evitar interferencias externas, especialmente de las autoridades chinas, que han mostrado interés en controlar el proceso de sucesión del Dalai Lama.
La decisión llega en un momento crucial para la comunidad tibetana, que enfrenta una creciente presión por parte del gobierno chino. Al delegar la responsabilidad del reconocimiento de su sucesor a una organización establecida, el Dalai Lama busca preservar la autonomía espiritual y cultural de su movimiento. La medida también asegura que el proceso de identificación se mantenga fiel a las tradiciones tibetanas sin injerencias políticas, garantizando la continuidad de su legado.
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