El mercado global de semiconductores se prepara para un crecimiento significativo del 15% en 2025, según proyecciones de la firma de análisis IDC. Este impulso se verá principalmente en el segmento de memoria, que anticipa un aumento superior al 24%. La demanda por soluciones de memoria de alto rendimiento, como HBM3, HBM3e y la introducción del HBM4 en la segunda mitad del año, jugarán un papel fundamental. Estas innovaciones son esenciales para las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) que requieren capacidades de procesamiento cada vez mayores.
Por otro lado, el segmento de «no memoria» también verá un crecimiento importante, estimado en un 13%. Este desempeño se verá impulsado por la demanda de circuitos integrados de nodos avanzados, que se utilizarán en servidores de IA, teléfonos móviles de gama alta y soluciones de WiFi 7, las cuales están destinadas a dominar el mercado tanto de consumo como empresarial en el año 2025.
En los nodos maduros, utilizados en aplicaciones como automoción y control industrial, se prevé una recuperación después de enfrentar un exceso de oferta durante 2024. La demanda de estos nodos (que varían entre 22 nm y 500 nm) se incrementará con la reactivación del inventario en sectores clave. Esto se verá reflejado en un aumento en la utilización de capacidad de las fábricas de 8 pulgadas del 70% al 75%, y de los nodos maduros de 12 pulgadas, que superarán una utilización del 76%.
El año 2025 también será un punto crítico para la producción en masa de tecnología de 2 nm. TSMC, Samsung e Intel liderarán esta nueva era tecnológica, enfrentando retos en el equilibrio entre rendimiento, consumo de energía y costos. TSMC está ampliando sus instalaciones en Taiwán, mientras que Samsung podría adelantarse en la implementación, e Intel se enfocará en su nodo 18A. Estos desarrollos pondrán a prueba a las compañías, quienes deberán garantizar altas tasas de rendimiento para productos como procesadores de smartphones y aceleradores de IA.
A medida que estas tecnologías avanzadas se implementan, la expansión de la producción y la mejora en los rendimientos serán indicadores clave de éxito dentro del sector. El crecimiento en las líneas de fabricación determinará la competitividad de cada empresa en este sofisticado segmento.
En resumen, el año 2025 promete ser decisivo para el mercado de semiconductores, con expansiones tecnológicas y una recuperación en la demanda de nodos maduros. Este crecimiento está sostenido por la continua demanda en IA, conectividad avanzada y electrónica de consumo, factores que definirán la competitividad en una industria en constante evolución y sumamente estratégica.