La Cámara Baja ha anunciado que no es necesario que los diputados presenten un certificado acreditativo para recibir el abono de sus retribuciones y otros pagos. Esta decisión implica que los parlamentarios podrán disponer de sus remuneraciones sin tener que demostrar la titularidad de la cuenta bancaria donde se realicen los depósitos. La medida ha generado diversas reacciones, especialmente en un contexto donde la transparencia y el control del gasto público son temas recurrentes en el debate político.
En un comunicado, el Congreso argumenta que la falta de necesidad del certificado busca simplificar los procedimientos administrativos, evitando burocracias adicionales y agilizando el pago a los representantes. Sin embargo, este anuncio ha suscitado críticas por parte de algunos sectores que cuestionan la falta de garantías respecto a la titularidad de las cuentas, lo que podría potencialmente facilitar irregularidades en la gestión de los fondos públicos asignados a los diputados.
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