En un esfuerzo por conectar el apreciado aceite de oliva con líderes políticos y de salud de Estados Unidos, el Olive Oil World Congress (OOWC) celebró recientemente una jornada en Washington D.C. titulada «Drops of Health: Olive Oil in the United States». Este evento forma parte de la iniciativa «En Ruta Hacia El OOWC 2026» y contó con la colaboración de la North American Olive Oil Association (NAOOA), la Fundación Dieta Mediterránea, Food Tank y el CIHEAM de Zaragoza.
Estados Unidos se ha consolidado como el segundo mayor consumidor de aceite de oliva a nivel mundial después de Italia. En 2024, su consumo alcanzó las 368,000 toneladas, lo que representa un aumento significativo del 32% desde 2013. Sin embargo, el país norteamericano solo cubre el 3% de su demanda total mediante la producción interna. Este dato subraya la importancia de incrementar tanto la producción nacional como el acceso a este producto, que tiene el potencial de impactar positivamente en la salud pública y la economía del país.
Joseph R. Profaci, director ejecutivo de la NAOOA, destacó el impacto económico potencial de la Dieta Mediterránea, señalando que un incremento del 20% en su adopción podría generar ahorros anuales de hasta 20 mil millones de dólares en el sistema de salud estadounidense. El aceite de oliva, componente fundamental de dicha dieta, es conocido por sus beneficios para la salud cardiovascular debido a sus grasas monoinsaturadas, además de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Durante el evento, se hizo hincapié no solo en los beneficios cardiovasculares del aceite de oliva. Ricardo Migueláñez, coordinador general del OOWC, señaló su posible contribución en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Además, el doctor Mike Cirigliano ofreció una conferencia sobre cómo este producto puede ser crucial en la lucha contra la obesidad, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
La jornada también incluyó una mesa redonda sobre la producción local de aceite de oliva, moderada por Danielle Nierenberg, presidenta de Food Tank. Participaron destacados representantes de la industria oleícola estadounidense, quienes coincidieron en la necesidad urgente de aumentar la producción nacional para garantizar un acceso más amplio al aceite de oliva, prometiendo beneficios tanto para la calidad de vida como para la longevidad de los estadounidenses.
El evento culminó con una demostración culinaria liderada por la chef Amy Riolo, destacando la versatilidad del aceite de oliva en la gastronomía, desde platos principales hasta cócteles. Esta iniciativa del OOWC forma parte de su estrategia para elevar el reconocimiento internacional del aceite de oliva y promover sus beneficios.
En el horizonte, el Olive Oil World Congress continuará consolidando su agenda rumbo a 2025, dedicándose tanto a países productores como consumidores para expandir el conocimiento sobre el aceite de oliva a nivel global. Respaldado por instituciones como el Consejo Oleícola Internacional (COI) y varios patrocinadores, el congreso se establece como una plataforma vital para el desarrollo de la industria oleícola en el mundo.
