El Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha dado un paso adelantado hacia la aprobación del proyecto de ley conocido como el TAKE IT DOWN Act (S. 146). La propuesta, destinada a acelerar la eliminación de ciertos tipos de contenido problemático en internet, tiene como objetivo principal abordar la grave cuestión de la distribución no consentida de imágenes íntimas. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, ha suscitado preocupaciones significativas entre activistas y expertos debido a su potencial uso como herramienta de censura.
Los críticos argumentan que, si bien proteger a las víctimas de invasiones de privacidad es un objetivo necesario, este proyecto de ley podría amenazar la libertad de expresión y la privacidad de los usuarios. El sistema de notificación y eliminación propuesto podría ser aprovechado por individuos influyentes para presionar a las plataformas a eliminar contenido que les sea desfavorable. Asimismo, la amplitud de la definición de contenido a eliminar podría abarcar no solo imágenes íntimas no consensuadas, sino también otros tipos de imágenes que podrían considerarse legales bajo otras legislaciones.
Una de las principales críticas es la falta de protecciones contra solicitudes de eliminación frívolas o malintencionadas, lo que podría llevar a la eliminación de contenido legítimo, como la sátira, el periodismo y el discurso político. Adicionalmente, el plazo de 48 horas para llevar a cabo estas eliminaciones podría resultar problemático para los proveedores de servicios en línea, especialmente los más pequeños, presionándolos a actuar rápidamente y posiblemente de manera incorrecta para evitar sanciones legales.
Las plataformas que ofrecen mensajería cifrada de extremo a extremo también enfrentan desafíos con este proyecto de ley, ya que las notificaciones para eliminar contenido podrían forzarlas a abandonar la encriptación, comprometiendo así la privacidad de los usuarios. Pese a las enmiendas propuestas por algunos miembros del comité para mitigar estas preocupaciones, todas fueron rechazadas.
El proyecto de ley se dirige ahora a votación en el pleno antes de ser presentado al presidente Donald Trump, quien ha mostrado su apoyo. Tanto él como la primera dama, Melania Trump, han instado a una rápida aprobación, aunque han surgido preocupaciones respecto a posibles abusos del mismo, dado que el mandatario ha sugerido que podría utilizar la ley para silenciar discursos críticos acerca de su administración.
La situación plantea un dilema entre la necesidad de proteger a las víctimas de acoso en línea y el riesgo de implementar medidas que puedan suprimir la libertad de expresión. Se argumenta que un enfoque más efectivo sería reforzar las protecciones legales existentes, en lugar de un régimen amplio y potencialmente abusivo de eliminación de contenido. La próxima votación será crucial para determinar el futuro de este controvertido proyecto de ley.