El joven de 24 años, que debutará este jueves con la selección nacional de balonmano, ha tenido una vida marcada por constantes mudanzas y un entorno familiar destacado. Sobrino del rey, mantiene una relación cercana con la familia real, lo que le ha permitido intercambiar opiniones sobre su pasión por el balonmano con su tío. A pesar de su ilustre parentesco, asegura llevar «una vida normal», enfocándose en su carrera deportiva mientras recibe consejos y orientación de su padre, una figura influyente en su trayectoria.
Desde temprana edad, el deportista ha tenido que adaptarse a cambios frecuentes en su vida, lo que ha moldeado su carácter y resistencia. Ahora, en la cúspide de su carrera, se prepara para representar a su país en la escena internacional. Este debut es un hito en su trayectoria y una oportunidad para demostrar su talento en el equipo nacional, mientras se mantiene fiel a su estilo de vida discreto y concentrado en el crecimiento profesional en el competitivo mundo del balonmano.
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