El Manchester City ha logrado un respiro en su racha de malos resultados al vencer al Leicester por 0-2 en un partido de la Premier League, marcado por la falta de ritmo y la poca capacidad de sorpresa del equipo de Guardiola. A pesar de las múltiples ausencias y de una evidente crisis de identidad, el City consiguió imponer su jerarquía gracias a los goles de Savinho y Haaland. Aun sin desplegar su juego habitual, el equipo logró mantener la ventaja frente a un Leicester que mostró intenciones de atacar y aprovechar las fisuras en la defensa del City. La victoria llega en un momento crucial, después de una serie de derrotas que había puesto en aprietos al equipo de Guardiola y acentuado sus debilidades.
El técnico catalán reconoció la necesidad de una victoria para sacudirse de la crisis y dio la responsabilidad a jóvenes jugadores como James McAtee, quien participó en la jugada del segundo gol. Este triunfo coincidente con el partido número 500 de Guardiola al frente del equipo planteó cuestionamientos sobre la necesaria renovación del plantel. A pesar de las dificultades, la victoria refrendó el apoyo de la afición hacia el entrenador y su proyecto a largo plazo. Mientras el Manchester City intenta reencontrarse con su mejor versión, Guardiola reafirmó su compromiso y visión hacia el futuro, confiando en que este difícil periodo será recordado como una etapa de aprendizaje y valoración del trabajo realizado en el pasado.
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