En las recientes encuestas electorales, los socialistas se consolidan como la fuerza política líder en intención de voto, alcanzando un 34,3%, mientras que los populares experimentan un descenso de dos puntos, situándose en un 27,3%. Este cambio en el panorama político refuerza la posición de los socialistas, quienes logran aumentar su ventaja frente a sus principales rivales. Analistas apuntan que el declive de los populares podría estar ligado a recientes controversias internas y a un desgaste en su liderazgo, factores que han influido en la percepción pública y en la inclinación del electorado.
El avance de los socialistas se produce en un contexto de crecientes preocupaciones económicas y debates sobre políticas sociales, temas en los que aparentemente han ganado terreno debido a propuestas más alineadas con las expectativas de la ciudadanía. Este aumento en el respaldo electoral podría reflejar una confianza renovada en su capacidad para gestionar los retos actuales. Mientras tanto, la caída en el apoyo a los populares les impulsa a reconsiderar sus estrategias de campaña y a buscar vías para recuperar el apoyo perdido antes de las próximas elecciones generales.
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