En la capital de Serbia, los estudiantes de la Facultad de Arte Dramático han ganado protagonismo en las crecientes tensiones sociales, con uno de sus docentes liderándolos en una serie de protestas significativas. Este profesor no solo se dedica a la enseñanza en las aulas, sino que también acompaña a los jóvenes en las calles, en un movimiento que busca reivindicar sus derechos y expresar el descontento generalizado con la situación política actual. Según trascendió, la reciente manifestación del sábado marcó un hito en la historia moderna de Serbia, convirtiéndose en la mayor que se ha registrado hasta la fecha en este país balcánico, reflejando el grado de indignación y deseo de cambio que predomina entre la población.
Estas protestas han captado la atención internacional, no solo por su magnitud, sino también por su organización y la firmeza de sus participantes. Los estudiantes, junto a su profesor, han puesto de manifiesto temas críticos relacionados con la educación, la libertad de expresión y la gestión gubernamental, que resuena con los sentimientos de muchas otras personas en la nación. Este movimiento, aunque anclado en reivindicaciones específicas del sector educativo, refleja un malestar más amplio y podría ser el catalizador de un cambio político y social en Serbia, impulsado por generaciones más jóvenes que están cada vez más comprometidas con el futuro de su país.
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