El Promotor de la Acción Disciplinaria ha determinado que la reciente denuncia presentada carece de fundamentos sólidos y pruebas objetivas. Tras una exhaustiva revisión, se concluyó que los datos aportados eran insuficientes para sustentar cualquier tipo de acción disciplinaria o legal. Esta conclusión se basa en la ausencia de pruebas mínimamente contrastadas que respalden las acusaciones iniciales.
El proceso de evaluación de la denuncia incluyó un análisis detallado de las evidencias presentadas, que resultaron ser vagas y carentes del rigor necesario para proseguir con acciones formales. Esta decisión subraya la importancia de aportar información veraz y verificable en cualquier procedimiento disciplinario para asegurar la integridad y justicia del sistema. La resolución busca reiterar el compromiso con procesos transparentes y basados en hechos concretos.
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