En pleno corazón del distrito de Tetuán, la gastronomía se erige como protagonista en el Centro Cultural Eduardo Úrculo. Este espacio municipal no solo acoge exposiciones de arte o presentaciones teatrales, sino que también ha encontrado un púbico entusiasta en la programación culinaria, con especial énfasis en la cocina saludable este enero.
El inicio de año trae consigo propósitos renovados, y el Úrculo no es la excepción. Con el taller ‘De vuelta al equilibrio: nutrición post Navidad’, impartido por Nutri Farma, se busca recuperar y fomentar hábitos saludables tras los excesos característicos de la temporada festiva. Los días 14 y 21 de enero, un grupo íntimo de 20 personas se reúne para redescubrir el arte de preparar comidas saludables, aprender sobre los beneficios de una dieta equilibrada, y explorar nuevas recetas que, sin duda, se convertirán en parte de su rutina diaria.
Este enfoque culinario del Úrculo no es nuevo. En los últimos meses, el centro se ha consolidado como un epicentro para los amantes de la buena mesa, ofreciendo una variedad de talleres que exploran la gastronomía desde diferentes ángulos. En noviembre, el Festival de Flamenco de Tetuán incluyó el ‘Taller de sensaciones’, centrado en la apreciación del vino, guiado por expertos como Gabriel Criado y Manuel Urbano, quienes ilustraron a los asistentes sobre los vinos de las denominaciones de origen Jerez y Manzanilla de Sanlúcar.
La tradición navideña también tuvo su toque especial en diciembre con el taller de elaboración del roscón de Reyes, un evento tan popular que se amplió para satisfacer la demanda. Con la guía de los maestros de Pan Delirio y el Horno Hernani, los participantes aprendieron los secretos detrás del clásico roscón y las tradicionales torrijas, reafirmando así al Úrculo como un referente culinario.
La apuesta del Centro Cultural Eduardo Úrculo es clara: ser un punto de encuentro para aquellos interesados en expandir sus horizontes gastronómicos, integrando tanto la tradición como la innovación en su oferta. Al hacerlo, se consolida no solo como un bastión cultural del distrito de Tetuán, sino también como una cantera de experiencias educativas y sabrosas que celebran el arte de la buena comida.
Fuente: Diario.Madrid.es San Blas – Tetuán