El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) se prepara para hacer historia en el ámbito de la supercomputación con el próximo despliegue de El Capitan. Este revolucionario sistema es esperado para 2024, momento en que se convertirá en el primer supercomputador exascale de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de los Estados Unidos (NNSA), con una potencia de cálculo proyectada que supera los 2 exaflops, lo que equivale a realizar 2 quintillones de operaciones por segundo.
El Capitan se erige como una herramienta fundamental para la seguridad nacional. Financiado por el programa de Computación Avanzada (ASC) de la NNSA, su principal misión será asegurar la seguridad, fiabilidad y efectividad del arsenal nuclear de Estados Unidos, eliminando la necesidad de pruebas subterráneas. Este supercomputador también jugará un papel crucial en otras misiones de seguridad nacional, asegurando un arsenal modernizado y eficiente.
Pero las aplicaciones de El Capitan no se limitan a la defensa. Con capacidades únicas para ejecutar simulaciones complejas, también se utilizará en investigaciones como el descubrimiento de nuevos materiales, la física de alta densidad energética y el diseño de armas convencionales. Esto le convierte en una herramienta indispensable para enfrentar desafíos científicos y tecnológicos contemporáneos.
El Capitan contará con la innovadora unidad de procesamiento acelerado AMD MI300, que reúne en un mismo chip núcleos de CPU y GPU mediante un diseño 3D, garantizando así mayor rendimiento y eficiencia energética. Destaca su sistema interconectado Slingshot, que facilita una comunicación rápida y eficiente entre los nodos del sistema, y el almacenamiento local Rabbit, que optimiza la capacidad de procesamiento. El entorno operativo se basará en el software TOSS, lo que simplificará la administración del sistema y mejorará la experiencia de los usuarios.
El funcionamiento de El Capitan requerirá cerca de 30 megavatios de energía, suficientes para abastecer a una ciudad mediana, aunque su diseño se centra en minimizar el consumo, destacándose como uno de los supercomputadores más eficientes del mundo.
Junto a El Capitan, el LLNL integrará sistemas complementarios como Tuolumne y RZAdams, que apoyarán investigaciones en seguridad energética, cambio climático y desarrollo de fármacos contra el cáncer, diversificando así el impacto de este sistema en la ciencia y el interés público. Adicionalmente, el laboratorio ya opera sistemas como Tenaya, Tioga y RZVernal, clasificados entre los supercomputadores más potentes globalmente.
La llegada de El Capitan ha sido el resultado de extensiva planificación y colaboración entre sectores públicos y privados, lo que ha incluido una modernización integral de las instalaciones de LLNL para mejorar su capacidad energética y de refrigeración.
Esta implementación no solo refuerza el liderazgo global de LLNL en computación de alto rendimiento, sino que también establece un precedente en el ámbito exascale, integrando en el proceso innovaciones en inteligencia artificial y aprendizaje automático. A medida que El Capitan se prepara para entrar en función, representa no solo un avance monumental en tecnología y seguridad, sino también una promesa de innovación continua y descubrimientos por venir.