El canciller alemán, Olaf Scholz, sostuvo este viernes una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, por primera vez desde 2022, en un intento por revivir el diálogo sobre la paz en Ucrania. Scholz instó a Putin a poner fin a la agresión y retirar las tropas rusas del territorio ucraniano, destacando que ninguno de los objetivos militares de Rusia se ha cumplido desde el inicio de la guerra. En su intervención, el canciller también condenó los ataques aéreos rusos contra infraestructuras civiles en Ucrania y criticó el despliegue de soldados norcoreanos en Rusia, subrayando la firme determinación de Alemania de apoyar a Ucrania. Las elecciones alemanas de febrero de 2025 y las posiciones ante la guerra en Ucrania podrían influir en los futuros líderes del país, ya que figuras como el democristiano Friedrich Merz y la política Sahra Wagenknecht toman posturas opuestas sobre cómo proceder en esta crisis.
Desde Moscú, la versión oficial sobre la conversación fue interpretada de forma diferente. El Kremlin reiteró sus condiciones de paz, que implican que Ucrania renuncie a su soberanía sobre el Donbás y otras partes del sur del país, y se abstenga de unirse a la OTAN. Putin presentó estas propuestas como una oferta de paz, argumentando que la crisis es consecuencia de las políticas agresivas de la OTAN, las cuales considera ignoran los intereses de seguridad de Rusia. Sin embargo, estas condiciones han sido rechazadas por Kiev, y el continuo falseamiento de la realidad por parte de Rusia exacerba la falta de confianza entre las partes. Putin también mostró disposición a negociar con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha sugerido la posibilidad de poner fin a la guerra, pero los detalles del enfoque de la nueva administración estadounidense aún son inciertos.
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