La noticia del histórico acuerdo entre el Reino Unido, España y Gibraltar ha sorprendido a cientos de trabajadores transfronterizos, quienes ahora ven un rayo de esperanza tras años de incertidumbre post-Brexit. Elisa Moya, empleada en Gibraltar, expone sus dudas sobre el futuro de las pensiones, reflejando el escepticismo general en la región. El acuerdo, que promete la eliminación de la frontera, ha sido acogido con prudente optimismo, como lo describe Juan Franco, alcalde de La Línea, quien destaca la importancia de este avance tras llegar al «borde del precipicio». A pesar de esto, persisten las incógnitas sobre aspectos fiscales y ambientales.
El ambiente en Gibraltar es de cautela, aunque algunos, como el sindicalista Manuel Triano, no pueden evitar emocionarse al describir el día como histórico. Las preocupaciones sobre el impacto en la vivienda y la presencia de policía española en el aeropuerto son temas destacados en las discusiones locales. En Convent Place, donde se celebraba un cóctel por el cumpleaños del rey Carlos III, la noticia dominaba las conversaciones, subrayando su relevancia para la convivencia entre las partes. Mientras tanto, en la frontera, periodistas y agentes discuten el acuerdo, preparando el terreno para un nuevo capítulo en las relaciones entre España y Gibraltar.
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