Un reciente informe del grupo de científicos del clima del World Weather Attribution ha vinculado de forma contundente los devastadores incendios que comenzaron el pasado 7 de enero en California con el cambio climático antropogénico. Según el análisis, las acciones humanas han intensificado significativamente las condiciones propensas a incendios, alargando el periodo de riesgo en aproximadamente 23 días adicionales cada año. Esta prolongación del peligro es atribuida a las alteraciones en el clima, tales como temperaturas más altas y reducción de la humedad, que favorecen la aparición y propagación de los fuegos en la región.
Este fenómeno se inscribe en una tendencia más amplia de eventos climáticos extremos intensificados por la actividad humana, que no solo afectan a California, sino a diversas regiones alrededor del mundo. Los incendios de enero no solo causaron pérdidas materiales considerables, sino que también plantearon graves riesgos para la biodiversidad y la salud pública. Expertos en clima subrayan la necesidad urgente de implementar estrategias de adaptación y mitigación para abordar los desafíos presentados por el cambio climático, así como de fortalecer las políticas de prevención de incendios que puedan reducir la vulnerabilidad de áreas propensas en el futuro.
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