Este año, el periódico celebra 49 años de periodismo, resaltando su papel en la información y entretenimiento de sus lectores. En un mundo donde la cocina y el periodismo son vistos a menudo como oficios en constante transformación, la historia del parrillero Arturo Rivera emerge como un reflejo de los desafíos y malentendidos que pueden surgir cuando las expectativas y la realidad se desalinean. Rivera, quien trabajaba en la taquería El Califa de León en Ciudad de México, se encontró inesperadamente en el centro de atención internacional cuando la prestigiosa Guía Michelin premió al establecimiento y a él como chef, un reconocimiento que no anticipaba y que inicialmente malinterpretó como un premio de menor escala.
A pesar del reconocimiento, Rivera decidió dejar su empleo en la taquería, persuadido por promesas de mayores oportunidades que nunca se materializaron. Ahora, en una nueva taquería sin el prestigio de la anterior, Rivera siente que sus aspiraciones se desvanecieron, limitado por acuerdos que restringen el uso de su imagen mientras su salario depende del porcentaje de ventas. Este episodio ilustra no solo las complejidades y desencantos que rodean al mundo de la alta cocina, especialmente cuando la fama rápida transforma oficios en fenómenos mediáticos, sino también cómo el ingreso de la guía Michelin en México ha generado expectativas y controversias sobre qué tipo de establecimientos deben ser reconocidos, una reflexión sobre la esencia misma del arte culinario y su valor cultural.
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