El turismo internacional hacia España experimenta un notable crecimiento en 2024, con la llegada de 82,8 millones de turistas entre enero y octubre, lo que representa un aumento del 10,8% respecto al año anterior. Esta tendencia al alza se mantiene incluso en los meses típicamente considerados de temporada baja, como octubre, cuando España fue visitada por nueve millones de turistas internacionales. Se estima que, de continuar esta tendencia en los últimos meses del año, España podría alcanzar un récord histórico con 95 millones de viajeros. En paralelo, el gasto turístico ha alcanzado los 110.984 millones de euros hasta octubre, superando con creces los 108.000 millones de 2023. Sin embargo, este crecimiento generalizado presenta un matiz: pese al aumento en el gasto y las visitas, la estancia media de los turistas se ha mantenido estable, lo que sugiere un ajuste en la duración de los viajes debido al aumento de precios en vuelos y hoteles.
En contraste, el turismo nacional muestra señales de desaceleración, golpeado por el aumento del coste de vida, lo que ha afectado las reservas, especialmente para el puente de diciembre. Según la agencia de viajes Destinia, las reservas nacionales han disminuido un 5% en comparación con el año anterior, aunque las festividades navideñas parecen resistir mejor, con un incremento del 5% en las reservas. Adicionalmente, la comunidad turística española enfrenta desafíos administrativos con la implementación del nuevo registro de viajeros, que ha generado preocupaciones por las obligaciones que impone y su posible impacto negativo en la competitividad. La Mesa del Turismo ha anunciado posibles acciones legales contra las sanciones que se derivarían de esta medida, argumentando que estas nuevas exigencias no solo son innecesarias, sino que podrían influir negativamente en la elección de España como destino turístico por parte de los viajeros internacionales.
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