El inicio de la semana estuvo marcado por filtraciones que la organización buscaba evitar, sumiendo al Real Madrid en una ola de indignación. Vinicius Jr., uno de los jugadores más destacados del equipo, se declaró «decepcionado» tras conocerse que no figuraba entre los finalistas para el Balón de Oro, lo cual generó un amplio malestar en el vestuario. Esta frustración se hizo evidente cuando varios de sus compañeros mostraron su apoyo en redes sociales, destacando su contribución al equipo e instando a una mayor veracidad y justicia en los procesos de selección de galardones.
Por su parte, la directiva del Real Madrid no ocultó su descontento con las organizaciones responsables del evento, la UEFA y France Football, editor de la prestigiosa premiación. El club expresó que se siente «falta de respeto» no solo hacia el jugador, sino también hacia la institución que ha mostrado un desempeño destacado en el fútbol europeo. Este episodio se suma a la tensión que rodea las decisiones externas que impactan tanto en los jugadores como en la reputación del club, intensificando la necesidad de transparencia y equidad en los reconocimientos deportivos.
Leer noticia completa en El Mundo.