El gobierno local de Coslada ha aprobado la nueva tasa de basura que, de media, supondrá un desembolso de 12,75 euros mensuales por hogar, sumando alrededor de 150 euros anuales. Este impuesto adicional, que puede alcanzar los 600 euros en casos específicos, se determinará en función de tres criterios: el número de personas empadronadas en el domicilio, los metros cuadrados de la vivienda, y su valor catastral, lo que podría llevar a un significativo incremento en el recibo final. Para contrarrestar el impacto de esta carga fiscal, el Ayuntamiento ha decidido reducir el tipo de gravamen del IBI del 0,44 actual al 0,40 en 2025, lo que representará una disminución media de 40 euros anuales por vivienda. Además, se implementarán bonificaciones adicionales, incluyendo un 35% por el uso del Punto Limpio y un 40% para familias numerosas, así como un 100% para familias en riesgo de exclusión social.
La introducción de esta tasa ha suscitado críticas por parte del Partido Popular, cuyo portavoz, Paco Becerra, ha acusado al alcalde Ángel Viveros de ceder a las presiones del gobierno central presidido por Pedro Sánchez. Becerra ha argumentado que la directiva europea contempla incentivos para la gestión de residuos, pero que la elección de un sistema tan oneroso es una decisión política del gobierno socialista. Además, cuestionó la lógica de basar parte del impuesto en el tamaño del inmueble, arguyendo que no refleja el principio de pago por generación de residuos. A pesar de estas controversias, el Ayuntamiento prevé recaudar 4 millones de euros adicionales, aunque desde el Partido Popular se teme que estos fondos no se destinen a reformas significativas, sino a mantener sus propios intereses. La propuesta del PP de devolver las competencias sobre la recogida de residuos al concejal del área fue rechazada, alimentando aún más el debate político local.
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