En un emocionante encuentro de la Champions League, el equipo dirigido por Hansi Flick logró asegurar su avance gracias a un desafortunado gol en propia puerta de Ramy Bensebaine. Este incidente resultó ser un golpe de suerte crucial para el equipo de Flick, quien ya contaba con una cómoda ventaja obtenida en el partido de ida. La solidez defensiva y el manejo del juego por parte del equipo fueron claves para resistir la presión del rival e impedir que los intentos agresivos de remontada cambiaran el rumbo del partido.
Por otra parte, el talentoso delantero Guirassy fue la estrella de la noche para el equipo rival, anotando un impresionante triplete que mantuvo vivas las esperanzas de su equipo. A pesar de su actuación destacada, el esfuerzo no fue suficiente para contrarrestar el resultado global que terminó 3-1 a favor del equipo de Flick. Este marcador global, sumado a su capacidad para capitalizar los errores del adversario, dejó al equipo en una posición favorable y simbolizó otro paso hacia la búsqueda de la prestigiosa corona de la Champions League.
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