En un estreno contundente en el estadio Johan Cruyff, el equipo local logró una victoria aplastante de 6-0, dominando el partido de principio a fin. La escuadra mostró una notable superioridad, manejando el balón con precisión y agresividad ofensiva, lo que dejó sin respuestas al conjunto dirigido por Corberán. Desde el inicio, el dominio fue evidente, y no tardaron en caer los goles, dejando al equipo visitante incapaz de reaccionar ante la oleada ofensiva.
El equipo de Corberán se vio superado en todas las áreas del juego, sin poder generar ocasiones claras ni inquietar al portero rival. La defensa se mostró vulnerable ante la presión constante del equipo local, que demostró por qué es considerado uno de los más fuertes de la competición. Al final, el marcador refleja no sólo el resultado del encuentro, sino también la diferencia de nivel y preparación entre los dos equipos, dejando al equipo visitante con mucho que replantearse de cara a los próximos compromisos.
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