El Banco de España ha encendido las alarmas ante la posibilidad de una burbuja inmobiliaria incipiente en el mercado español. En su reciente Informe de Estabilidad Financiera, la entidad detecta indicios preocupantes que podrían forzar una intervención para limitar el crédito hipotecario, sobre todo en préstamos con un loan to value superior al 80%.
Sin embargo, voces expertas como la de Iñaki Unsain, reconocido Personal Shopper Inmobiliario, sostienen que no estamos viviendo una burbuja similar a la de 2008. Unsain aclara que no existen espirales especulativas ni un acceso fácil al crédito que alimenten un descontrol del mercado. La situación actual, según él, está más arraigada en una crisis de oferta estructural, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona, donde la demanda ha sostenido la subida de precios.
Esta crisis de oferta se diferencia de las burbujas clásicas, que suelen caracterizarse por el divorcio entre el crecimiento de precios y los ingresos, sumado a una relajación crediticia masiva. Hoy, los bancos son más prudentes y el control por parte del Banco Central Europeo es más riguroso. Unsain destaca que, incluso si el Banco de España implementa medidas para limitar el crédito, el efecto será de enfriamiento progresivo, no de explosión.
Además, Unsain envía un mensaje claro a quienes esperan una caída significativa de los precios: en las zonas con alta demanda y oferta limitada, como Madrid o Barcelona, es ingenuo esperar grandes correcciones. Aunque podrían ocurrir ajustes puntuales en viviendas sin reformar o en mercados secundarios, lo más probable es que los precios sigan creciendo moderadamente.
Ante la necesidad de más de 600.000 viviendas para equilibrar el mercado, la construcción de 350.000 proyectada en Madrid no será suficiente. Este déficit, advierte Unsain, no es resultado de la codicia como en 2008, sino de un sistema incapaz de satisfacer la demanda, lo que seguirá presionando los precios al alza.