El Azkena Rock Festival, celebrado en Vitoria-Gasteiz, enfrentó condiciones climáticas extremas, desde un sol abrasador hasta lluvia helada, durante su última edición de jueves a sábado. A pesar de las inclemencias, la organización reportó una asistencia total de 47,000 personas, consolidando su estatus como un evento preferido por una audiencia leal y resiliente. El cartel de este año destacó por su equilibrio, combinando artistas veteranos con nuevos talentos del rock, aunque algunos críticos sugieren que debería apostar más por el presente del género. Durante el festival, bandas como Buzzcocks y la cantautora Melissa Etheridge captaron la atención del público, alimentando rumores de una aparición sorpresa de Bruce Springsteen, lo cual finalmente no ocurrió.
La actuación de Dinosaur Jr. fue un llamativo caos musical, mientras que Lee Rocker ofreció un cierre impecable. El viernes, un gran incendio en la ciudad creó una nube de humo visible desde el festival, pero no alteró significativamente el desarrollo de las actuaciones. John Lydon y su banda PIL, junto a John Fogerty, destacaron en una jornada marcada por ejecuciones sólidas. El sábado, la lluvia afectó el concierto de Manic Street Preachers, mientras que The Lemon Twigs y Richard Hawley se ganaron elogios por sus presentaciones. El festival finalizó con los Flaming Lips, conocidos por su puesta en escena vibrante y envolvente. El Azkena Rock Festival permanece como un espacio peculiar donde el rock se redefine y nutre de acaloradas discusiones sobre su esencia, reafirmando su valor en el panorama musical.
Leer noticia completa en El Pais.