El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha un proyecto de restauración del emblemático monumento a Claudio Moyano, ubicado en la conocida Cuesta de Moyano, junto a la glorieta de Carlos V. La iniciativa, liderada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano, comenzará el próximo lunes y se extenderá durante ocho semanas. La intervención busca preservar esta significativa obra del patrimonio escultórico de la capital, cuyo estado se ha visto comprometido por la contaminación atmosférica, el polen y la acción de las aves.
Con un presupuesto de 18.000 euros, la restauración coincide con las celebraciones por el centenario de la Cuesta de Moyano. La operación incluye la limpieza y tratamiento del pedestal de piedra caliza, así como de la base de granito que lo sostiene. Además, se realizarán trabajos específicos tanto en la estatua de bronce como en las inscripciones que complementan el conjunto escultórico. Un equipo especializado en restauración llevará a cabo estas tareas directamente en el lugar y elaborará una memoria final de la actuación.
El monumento rinde homenaje al político zamorano Claudio Moyano Samaniego (1809-1890), una figura clave en la historia educativa española. Fue a iniciativa del Magisterio Español que se erigió esta estatua en honor a Moyano, en reconocimiento a su promulgación de la Ley de Instrucción Pública de 1857, que estableció la obligatoriedad de la educación primaria en el país.
Originalmente financiada mediante suscripción popular, la estatua fue inaugurada el 10 de noviembre de 1900 en la glorieta de Atocha, próxima al antiguo Ministerio de Fomento, hoy sede del Ministerio de Agricultura. Con el paso de los años, el monumento experimentó diversos traslados y sufrió varios desperfectos. Finalmente, en 1981, por iniciativa del Ayuntamiento de Madrid, fue trasladado a su ubicación actual, donde se restauraron los elementos que se habían perdido.
Este proyecto de conservación-restauración no solo asegura la preservación del legado de Claudio Moyano, sino que también refuerza el compromiso del Ayuntamiento de Madrid con la conservación de su patrimonio histórico y cultural, contribuyendo a mantener vivos los símbolos de la ciudad.