La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a la prórroga del servicio de atención psico-socioeducativa para mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos menores, que se lleva a cabo en los centros CAPSEM Norte y Sur. La iniciativa, impulsada por la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, asegura una inversión de dos millones de euros para mantener estos servicios hasta finales de 2026.
Los CAPSEM están diseñados para brindar atención integral a mujeres que han experimentado violencia por parte de parejas o exparejas y que no cuentan con medidas judiciales de protección. Las beneficiarias reciben terapia psicológica, asesoramiento jurídico y programas específicos para el trastorno de estrés postraumático. Los hijos menores, de entre 4 y 17 años, también tienen acceso a terapias psicológicas individuales y grupales.
Adicionalmente, se han establecido programas para mejorar la relación maternofilial y ofrecer apoyo psicológico a familiares de mujeres víctimas de violencia de género y a cuidadores de huérfanos por esta causa. En 2024, los centros atendieron a un total de 2.413 usuarios, entre ellos 1.974 mujeres y 419 menores. La mayoría de las mujeres atendidas reportaron sufrir violencia psicológica, seguida de la física, y un 77% de los menores fueron víctimas directas o testigos de la violencia.
La prórroga del contrato, con vigencia del 16 de julio de 2025 al 31 de diciembre de 2026, abrirá paso a la integración de estos servicios en los nuevos centros integrales de atención a la mujer (CIAM). Estos centros también combinarán funciones de los puntos del Observatorio Regional de Violencia de Género y de los espacios de igualdad, como parte de la Estrategia de Igualdad 2025-2028.
El plan busca descentralizar la asistencia y acercarla a los 21 distritos de Madrid. Los CIAM ofrecerán atención psicológica, jurídica y social, además de contar con psicólogos infantiles y un espacio para el cuidado de los niños. El modelo comenzará a aplicarse en un nuevo centro en Puente de Vallecas, una zona carente de espacio de igualdad hasta ahora, marcando un avance significativo en la lucha por los derechos y el bienestar de las mujeres en Madrid.