La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha sido advertida sobre la utilización de sus instalaciones para fines asistenciales y sanitarios, ya que podría implicar la revocación de su licencia. La medida surge ante preocupaciones de las autoridades locales sobre el uso apropiado de los espacios destinados principalmente a la atención y apoyo de refugiados. Fuentes cercanas a la administración afirmaron que cualquier desvío en el propósito original de las instalaciones podría afectar la capacidad de CEAR para operar legalmente.
Las autoridades han enfatizado la importancia de cumplir estrictamente con los términos establecidos en las licencias de operación, asegurando que se trata de una medida preventiva para mantener el orden y la correcta gestión de los recursos. Esta advertencia llega en un momento crítico, cuando el flujo de desplazamientos internacionales ha aumentado, y el cumplimiento regulatorio se torna esencial para garantizar el acceso adecuado a los servicios destinados a los refugiados. La CEAR, por su parte, continúa analizando la situación para adecuar sus operaciones a las directrices vigentes sin dejar de cumplir con su misión humanitaria.
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