Desde este lunes, la proliferación de vehículos turísticos motorizados y de pedaleo, comúnmente conocidos como ‘tuk tuk’, está generando un creciente problema de congestión en las calles del distrito Centro de Madrid. La acumulación de estos vehículos en puntos clave, como el Mercado de San Miguel, no solo obstaculiza la circulación, sino que también ha llevado a la improvisación de paradas, alterando la dinámica habitual de la zona. Ante esta problemática, las quejas de vecinos, comerciantes, taxistas, guías turísticos e incluso de la Guardia Civil se han multiplicado.
En un esfuerzo por enfrentar esta situación, el Ayuntamiento de Madrid, bajo la dirección del concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha lanzado una campaña de vigilancia intensiva en colaboración con los Agentes de Movilidad. Esta iniciativa busca desalentar el estacionamiento irregular y se concentrará en los barrios de Centro y Retiro. La campaña de control específica se extenderá hasta el 6 de abril, pero las medidas de supervisión se mantendrán de forma indefinida durante todo el año.
A pesar de la implementación de señales verticales y horizontales que indican la prohibición de estacionamiento en ciertas áreas, como la calle de Bailén, la calle Mayor y alrededores del Mercado de San Miguel, estas han resultado insuficientes. “La línea amarilla longitudinal en la calzada no ha logrado frenar estas prácticas”, explicó Carabante. Por ello, los agentes patrullarán en turnos de mañana y tarde por estas zonas críticas, además de otros lugares como el parque del Retiro cerca de la Puerta de Alcalá.
El Ayuntamiento ha identificado al menos seis empresas que operan con ‘tuk tuk’ en Madrid. Solo en 2024, se denunciaron 901 vehículos de estas características. Las infracciones por estacionamiento indebido pueden conllevar multas de entre 90 y 200 euros, dependiendo de la gravedad de la obstrucción. Estas sanciones están respaldadas por los artículos correspondientes de la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento de Circulación.
La concejala delegada de Turismo, Almudena Maíllo, y el concejal de Centro, Carlos Segura, acompañaron a Carabante en la supervisión de la campaña en la plaza de Oriente, demostrando el compromiso del Ayuntamiento con mantener el orden y la seguridad vial en la ciudad. La acción se enmarca en un esfuerzo más amplio por regular la convivencia entre turistas y residentes en una de las ciudades más visitadas de Europa.