El sistema de transporte público se posiciona como una opción económica frente al mercado privado, ofreciendo tarifas más accesibles para los repartidores, conocidos como «riders». Según ha trascendido, muchas de estas personas dependen de sus bicicletas o motocicletas para realizar entregas, y el coste reducido del transporte público se presenta como una alternativa atractiva para facilitar sus desplazamientos diarios. Esta medida, impulsada por las administraciones locales, busca aliviar la carga económica de aquellos que trabajan en la economía de reparto, promoviendo a su vez un uso más sostenible de los medios de transporte.
El panorama del transporte privado, con tarifas más elevadas, ha dejado a muchos repartidores buscando soluciones más asequibles y eficientes para su movilidad. El sector público, al ofrecer precios competitivos, no solo proporciona un respiro financiero, sino que también fomenta un mayor uso del transporte colectivo. Esta tendencia podría evidenciar un cambio en la dinámica tradicional del transporte urbano, destacando la importancia de políticas que apoyen tanto a los trabajadores de plataformas digitales como a la sostenibilidad medioambiental.
Leer noticia completa en El Mundo.