El Ayuntamiento de Alcorcón, ahora bajo la administración socialista de Candelaria Testa, ha reducido considerablemente la oferta de campamentos escolares de verano, pasando de 1.100 a 768 plazas y de cinco a tres centros, en comparación con la última convocatoria gestionada por el Partido Popular en 2019. Además, el coste para las familias ha aumentado un 25%, situándose en 76,35 euros por quincena. Esta decisión ha provocado críticas desde el Partido Popular, que acusa al actual gobierno de priorizar intereses propios sobre las necesidades familiares. Paralelamente, en Madrid, la concejal socialista Ana Lima ha demandado al alcalde José Luis Martínez-Almeida medidas concretas para asegurar la alimentación de los niños de familias vulnerables durante el verano, señalando que un 27,1% de menores en Madrid están en riesgo de pobreza. El Ayuntamiento ha defendido sus esfuerzos apuntando a programas y mecanismos como las Tarjetas Familia, que hasta la fecha han beneficiado a miles de hogares vulnerables con un importe de 5,8 millones de euros, y la oferta de campamentos urbanos con plazas reservadas para menores en riesgo de exclusión social.
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