El concejal de Medio Ambiente, Limpieza y Patrimonio Histórico, Vicente Pérez, ha encabezado una visita esta mañana para supervisar el avance en las tareas de limpieza de las pintadas realizadas en el Centro Histórico de la ciudad. Los trabajos de limpieza se están llevando a cabo en áreas emblemáticas como las columnas de la calle Mayor, una de las zonas afectadas por este tipo de vandalismo.
En declaraciones a la prensa, Vicente Pérez hizo un llamado a la ciudadanía, apelando a su sentido de responsabilidad. «Las pintadas en fachadas, monumentos o mobiliario urbano no solo afean nuestra ciudad, sino que también generan gastos innecesarios en limpieza y mantenimiento», expresó el concejal. Pérez insistió en la importancia de mantener las calles libres de estas marcas, solicitando a todos los habitantes que cuiden el entorno urbano y contribuyan a resaltar la belleza de la ciudad en todo momento.
Los equipos de limpieza, contratados a través de la empresa Valoriza, emplean tecnología avanzada para la erradicación de las pintadas. Cuatro furgones equipados con hidrolimpiadores de alta presión y calderas de agua caliente se despliegan por la ciudad, cada uno operado por un técnico especializado en la eliminación de grafitis y carteles.
Según los datos proporcionados, durante el año pasado se procedió a la limpieza de más de 9.500 pintadas en una extensión que abarca aproximadamente 15.000 metros cuadrados. El Casco Histórico, a pesar de ser uno de los puntos más ilustres de la ciudad, no ha escapado al vandalismo, siendo el lugar donde se concentra un tercio de las pintadas. Las columnas de la Calle Mayor y los exteriores del Teatro Salón Cervantes han sido algunas de las más recientes víctimas de las pintadas indebidas. «Es una situación dolorosa, porque es nuestro patrimonio, es uno de los emblemas de nuestra ciudad, forma parte del conjunto declarado Bien de Interés Cultural y de nuestro Patrimonio Mundial», lamentó Pérez.
El concejal también puntualizó sobre las medidas sancionadoras que ha establecido el Ayuntamiento para frenar este tipo de acciones. Las infracciones leves pueden conllevar multas entre 300 y 3.000 euros, mientras que las infracciones graves irán de 600 a 6.000 euros. No obstante, los daños causados a bienes patrimoniales están sujetos a multas notablemente más elevadas, oscilando entre los 60.000 euros y hasta un millón de euros. «Esto no solo supone un daño patrimonial, sino que puede ser una ruina para muchas familias», advirtió Pérez.
Con estas declaraciones, Pérez reafirma su compromiso con la protección del patrimonio cultural y el embellecimiento de la ciudad, subrayando la necesidad de la colaboración ciudadana para combatir la problemática de las pintadas vandálicas.