La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha visitado el recién rehabilitado Palacio de los duques de Osuna en el parque de El Capricho, acompañada por la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, y el concejal de Barajas, Juan Peña. Las obras, que comenzaron en el tercer trimestre de 2022, han culminado y darán paso a un proceso de musealización, con la apertura del nuevo centro prevista para el primer semestre de 2027.
Inma Sanz destacó la importancia de esta intervención, señalando que el Ayuntamiento de Madrid ha logrado recuperar uno de los conjuntos patrimoniales más singulares de la ciudad. Este edificio, declarado Bien de Interés Cultural, formará parte de la red de museos del Ayuntamiento, dedicado a la historia de la finca y el contexto ilustrado del Madrid de los siglos XVIII y XIX.
La rehabilitación se dividió en dos fases, con una inversión superior a los 6 millones de euros. La primera fase se centró en la restauración de las fachadas y estructuras, mientras que la segunda fase involucró la restauración de salas históricas y la adaptación interior para su uso cultural futuro.
Un aspecto destacado de la rehabilitación ha sido la restauración de las pinturas en los techos de los gabinetes del duque y la duquesa, así como el suelo del comedor de gala, que reproduce el famoso mosaico de Issos de Pompeya. Los visitantes podrán disfrutar del palacio en su configuración original, incluyendo la sala que albergó pinturas de Goya, entre ellas «El Aquelarre» y «El Conjuro».
Con la próxima apertura al público, el palacio enriquecerá la oferta cultural de este enclave único, representativo de los jardines franceses de estilo paisajista romántico.
El palacio, concebido por María Josefa Pimentel Téllez-Girón, IX duquesa de Osuna, fue diseñado como un refugio cultural bajo la influencia de la Ilustración. Los jardines reflejan un estilo romántico con toques franceses e ingleses, incluyendo elementos como un laberinto y un casino de baile. El edificio, que refleja el estilo de la nobleza ilustrada del siglo XVIII, contó con la participación de arquitectos como Mateo Guill y Antonio López Aguado.
El nuevo espacio presentará una exposición sobre la historia de la quinta y sus habitantes, así como las corrientes artísticas y de pensamiento que confluyeron en su creación.