La Junta de Gobierno ha decidido suspender durante un año las obras en el número 9 de la calle Santa Cruz de Marcenado, en el distrito Centro de Madrid, para permitir el desarrollo de un plan que defina el régimen de protección de un mural del afamado artista César Manrique. Este paso busca asegurar la preservación de la obra y se llevó a cabo luego de una investigación detallada de documentos históricos y un estudio técnico de la Dirección General de Planeamiento, que comenzó tras una solicitud de un particular en 2022.
La suspensión, según explicó la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, se centra en la fachada y el local donde se encuentra el mural, dejando abiertas otras actuaciones que no afecten la obra de arte. Inicialmente planteada para un año, esta pausa podría extenderse a dos si es necesario para completar el período de información pública del plan.
Este mural, que no está incluido actualmente en el Catálogo de Edificios Protegidos del Plan General, refleja la temática de oficios de la construcción y fue diseñado para el espacio que ocupa. Las autoridades evaluarán su inclusión en el Catálogo de Establecimientos Comerciales o en el Catálogo de Monumentos Públicos y Elementos Singulares del Plan General.
El mural de Manrique podría seguir los pasos del mural cerámico de Joan Miró, que en 2003 se integró en el catálogo, una opción abierta aunque el mural de Manrique no cumpla con las tipologías tradicionales del mismo. Otras consideraciones iniciales, como otorgar al edificio una protección parcial, se han descartado por su falta de precedentes y porque no se consideran proporcionales.
Todo el proceso sigue el artículo 70.4 de la Ley 9/2001 del Suelo de la Comunidad de Madrid, respaldado por un informe técnico-jurídico favorable del Ayuntamiento. Esta iniciativa subraya el compromiso del Consistorio con la preservación de obras artísticas y culturales significativas para la ciudad.