Un operativo llevado a cabo en el barrio de Lavapiés, en Madrid, culminó con la detención de una red dedicada al tráfico de artefactos históricos de origen dudoso. Las autoridades locales, en colaboración con Interpol, desmantelaron lo que se considera uno de los mayores núcleos de comercio ilegal de piezas arqueológicas en Europa. Entre los objetos incautados se encuentran reliquias de alto valor cultural provenientes de diversas partes de Oriente Medio, lo que sugiere su salida ilícita de zonas en conflicto armado. Este hallazgo subraya la creciente problemática del tráfico de bienes culturales, una actividad que no solo implica pérdidas económicas, sino también un impacto negativo en el patrimonio histórico de numerosas naciones.
La operación, denominada «Heritage», fue ejecutada después de varios meses de investigación y seguimiento a partir de pistas obtenidas a través de organismos internacionales especializados en la protección del patrimonio. Las autoridades confirmaron que, además de las detenciones, se han llevado a cabo registros en varias localizaciones de la capital española donde se encontraron piezas que ya estaban preparadas para su venta en mercados internacionales. Las obras en cuestión abarcan desde esculturas y cerámicas hasta manuscritos antiguos, lo que refleja la variedad y sofisticación del inventario manejado por esta organización delictiva. Este caso pone de relieve la importancia de reforzar la cooperación internacional para preservar el legado cultural mundial ante estas amenazas.
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