La criptodivisa ha alcanzado un récord de 111.980 dólares luego de un aumento del 45% desde el pasado 9 de abril. Este espectacular crecimiento subraya tanto el interés como el riesgo asociado a estas inversiones, en un momento en que la incertidumbre económica global está impulsando a más personas a buscar refugios financieros alternativos. La explosión en el valor ha provocado un frenesí entre los inversores, pero también ha encendido las alarmas entre los reguladores, quienes se preocupan por la estabilidad de los mercados financieros.
El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido una advertencia sobre los riesgos de contagio a la economía real, destacando que uno de cada diez europeos ha invertido en criptodivisas. Según el BCE, este nivel de participación expone a la economía a fluctuaciones potencialmente desestabilizadoras. La volatilidad inherente de las criptomonedas presenta desafíos no solo para individuos, sino también para la regulación financiera a medida que las instituciones intentan mitigar posibles impactos negativos en el sistema económico tradicional.
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