En un encuentro marcado por la falta de contundencia ofensiva, los verdiblancos apenas lograron inquietar la portería defendida por Oblak. A pesar de algunos intentos esporádicos, la presión del equipo rival minimizó sus oportunidades de ataque, resultando en un juego poco productivo para ellos. La defensa sólida y bien organizada de los adversarios fue clave para mantener el marcador a su favor, impidiendo cualquier intento de penetración en su área.
Por el otro lado, los goles de Giuliano y Baena marcaron la diferencia en el encuentro, asegurando una victoria para su equipo. La actuación destacada de estos jugadores fue fundamental para desestabilizar a la defensa contraria y lograr los únicos tantos del partido. La precisión en los pases y la capacidad de definición frente al arco sellaron un triunfo importante, consolidando así su posición en la tabla de clasificación.
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